Domingo de Resurrección
"Al tercer día resucitó", en esta piedra angular se basa la fe
cristiana. El Señor de la vida había muerto, pero ahora vive y triunfa.
El Domingo de Pascua es el día en el cual Jesús salió de su sepulcro. Este
hecho es fundamental para el cristianismo. La historia cuenta que en cuanto se
hace de día, tres mujeres van al sepulcro donde Jesús estaba enterrado y ven
que no está su cuerpo. Un Ángel les dice que ha resucitado. Van corriendo donde
está la Virgen con los Apóstoles y les dan la gran noticia: ¡Ha resucitado!
Pedro y Juan corren al sepulcro y ven las vendas en el suelo. El desconsuelo
que tenían, ayer, se transforma en una inmensa alegría. Y rápidamente lo
transmiten a los demás Apóstoles y discípulos. Y todos permanecen con la Virgen
esperando el momento de volver a encontrarse con el Señor.
Éste es el
día de la esperanza universal, el día en que en torno al resucitado, se unen y
se asocian todos los sufrimientos humanos, las desilusiones, las humillaciones,
las cruces, la dignidad humana violada, la vida humana no respetada.
En la Resurrección la vocación cristiana descubre su misión: acercarla a
todos los hombres.
El hombre no puede perder jamás la esperanza en la victoria del bien sobre
el mal. Por esta razón los cristianos con gran júbilo celebran este día la Misa
Pascual del Domingo de Resurrección.
"En este día de tu triunfo sobre la muerte, que la humanidad encuentre
en ti, Señor, la valentía de oponerse de manera solidaria a tantos males que
nos afligen", clamó el jefe de la iglesia católica. (S.S. Juan
Pablo II, 2004)